04 febrero, 2013

Reacciones

Cada vez que le cuento a alguien mi resolución de irme a Dublín recibo, como un chaparrón, su reacción inmediata. Después la gente modula, modera, adorna, reflexiona y elabora su postura, pero la primera reacción no engaña.

En general hay dos grandes grupos:

Está el grupo de los que ven una gran ocasión, algo que no se puede dejar pasar, y que envidian la oportunidad, esos que con una sincera sonrisa te dicen un "¡qué suerte!"

En el otro extremo está el grupo de los que además de pensar que es una locura censuran internamente que "abandones" a tu familia, y su primera pregunta es "¿y que vas a hacer con los niños?", adornada con una mueca de difícil interpretación.

Supongo que yo me sitúo en un grupo intermedio, entre ¡qué suerte! y ¡qué locura!, pero si algo tengo claro es que ahora es cuando tengo la oportunidad y ahora es cuando puedo permitírmelo, confío plenamente en las manos que se van a ocupar de mis hijos.


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