12 marzo, 2013

Él

No podría irme sin él, aunque él no vaya. 

Él fue el primero en insinuar que me apuntaba al ciclo para irme a Dublín, él fue el primero en bromear con que podía ir, el primero en animarme y en convencerme de que puedo (Yes, I can!). Él no me ha puesto una mala cara, no se ha quejado de nada.

Nos conocimos hace algo más veinte años y, salvo el primero, no hemos pasado mucho tiempo seguido separados, nunca más de diez días. 

Él es el primero en decir que no hay problema, que todo va a ir bien, que ya se organizarán.

Sé que no hay muchos como él y sé que tengo suerte de que sea él.

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